En octubre de este año tengo entendido hay elecciones. Digo. No sé.
Ahora, pregunto - ¿Alguien se postula?.
Del mismo modo en que jugábamos años atrás a coleccionar figuritas, oficialismo y oposición han dado pie al memorable la tengo, no la tengo, en relación a definir la decisión acerca de la fórmula de gobierno que presente batalla en el campo electoral.
Asimismo, aquellas corridas al kiosco más cercano con el fin de abastecernos de los sobresitos, se comparan con las movidas a contrarreloj que efectúan los políticos por captar el voto de los indecisos.
Igualmente, recuerdo que a las reuniones acudíamos con el álbum, junto al toquito de las repetidas. Éste apilaba una arriba de otra todas las cartas que una vez que habían sido adquiridas y ubicadas cuidadosamente en el álbum, eran desechadas y destinadas -en última instancia- al comercio con los demás. Es evidente aquí la analogía con nuestra clase de dirigentes. Primero fue Reutemann, luego Sanz, también Solanas, y hoy Macri, los que se bajaron de la puja electiva y se fueron lentamente acomodando dentro de la pila de descartados. Y precisamente hacia ellos se dirige la mirada para lograr consensos y alianzas en vistas a atraer el caudal de sus posibles votantes, en un claro acto de compraventa de voluntades.
Claramente, aquella que llamábamos la figurita más difícil en orden de importancia, es en este momento la actual mandataria, quien se ubica al tope de las encuestas con un cómodo 45%.
Mientras tanto, sus contrincantes más directos se debaten en internas, para más tarde bajarse acusando que las reglas de juego no son claras. ¿Quién los entiende?. Mi consejo: más que a internas, deberían ir a internarse.
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