
Martes 03 de mayo de 2011
Por Ramiro Cuenca
En las inmediaciones a la sala José Hernández de la 37ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, se forma una improvisada fila que aguarda por el inicio del debate auspiciado por el diario LA NACIÓN, en el que participan Joaquín Morales Solá, Eduardo Fidanza y Natalio Botana.
Algunos revisan las compras realizadas en la muestra. Otros conversan entre ellos, mientras la cola avanza hasta la puerta de ingreso. Enfrentada a ella, hay un muro en el que, libremente, el que lo desee puede dejar un mensaje acerca del evento organizado por la fundación EL LIBRO. Entre declaraciones de amor y críticas a la Feria, se destaca una gran cantidad de consignas políticas con muestras de apoyo a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner y también, vinculadas al recuerdo de su esposo, Néstor Kirchner.
Sin rodeos, un abultado porcentaje de los asistentes reconoce que se ha acercado hasta allí con el fin de escuchar la palabra de Morales Solá, enfrentado con la administración kirchnerista. Asimismo, una elegante mujer sugiere al cronista la lectura de las opiniones de un colaborador del periódico de la familia Mitre, Santiago Kovadloff, al tiempo que sonríe ante el comentario de unos jóvenes estudiantes de periodismo que ''vienen a ver a la derecha’’.
Dentro de la sala, suena tibiamente Welcome to the jungle, versión a ritmo de bossa nova del clásico de Guns N' Roses. No obstante, el murmullo de los presentes al ubicarse en sus asientos, elimina cualquier posibilidad de vincular la canción con el gorila, en tanto miembro de la selva a la cual se da la bienvenida, junto al calificativo de antiperonista y golpista que se les atribuye a algunos integrantes del panel.
Cinco minutos más tarde de lo pautado, el periodista de LA NACIÓN y coordinador del debate, Pablo Sirvén, invita a analizar la situación actual del país a Morales Solá, quien se aventura a decretar una contundente victoria de la actual mandataria en las próximas elecciones presidenciales, pues ''la sociedad argentina está de luna de miel con el gobierno’’. Advierte que esta predicción tiene que ver con que la oposición se encuentra prácticamente desarticulada, y también con el hecho de que la Presidenta ha cambiado el estilo confrontador por uno mediador y pacifista, a partir de la muerte de Néstor Kirchner.
De la misma manera, Eduardo Fidanza, director de Poliarquía Consultores, pronostica una victoria de Cristina ''en primera, o en segunda vuelta, pero gana’’. Las encuestas dicen que hoy estaría reuniendo el 45% de los votos, señala el analista.
Por su parte, el historiador Natalio Botana, afirma que ''es muy pronto para hacer predicciones’’. Seguidamente, postula que la argentina es una sociedad inflacionaria, y ante este escenario, ''quien gane la elección de octubre tendrá que afrontar el desafío mayúsculo de detener un proceso de aumento de precios’’, dispara.
Fidanza, se acerca velozmente al micrófono y aclara que no está de acuerdo con él, a quien a la vez manifiesta su aprecio y respeto. Sostiene que así como los salarios están por encima de la inflación, el consumo ha aumentado de manera notoria, y que los niveles de desempleo han bajado. ''El consumo afecta a la decisión de voto, independientemente de la clase social’’, añade.
-¿Cómo el gobierno convierte a las debilidades en fortalezas?, pregunta Sirvén.
Morales Solá declara que tanto la Presidenta como su antecesor, han tomado más decisiones e iniciativas después del conflicto con el campo y la derrota electoral de 2009. ''Esto le gusta a la gente, vencer las adversidades’’, explica el periodista.
Agrega que los grandes temas que preocupan a la sociedad son la inseguridad y la inflación, y apunta a la oposición por no tratar seriamente estas cuestiones. Luego, suma al narcotráfico, como otra de las problemáticas sociales que distan de solucionarse. ''No escuché nunca al matrimonio hablar del tema. Tampoco lo habla Mauricio Macri. Me preocupa el consumo y la indiferencia’’. Recibe aplausos, finalizada la descarga.
Pasada la hora y media de análisis político, Fidanza remata: ''Yo los miro y puedo darme cuenta de que si hacemos una votación acá, Cristina pierde por el 99.9 por ciento de los votos’’, despertando la inmediata carcajada del público, que se levanta y busca el saludo personal de los analistas al costado del escenario.
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